La nostalgie de la Maiseon de Dieu. Héctor Bianciotti (existe traducción al español: La nostalgia de la casa de Dios, Tusquets. Trad. Ernesto Schóo).
Qué bueno es siempre comenzar por el final. Llegaba el verano a París y un homenaje tenía lugar. Hacía calor y la sala de eventos de la Maison de l’Amérique Latine estaba llena de personas mayores, no tan bien vestidos como yo esperaba. Escritor argentino y miembro de l’Académie française, Héctor Bianciotti.
La mía no fue espontánea. Mi nostalgia, digo. Llegué a este evento pues unos amigos hablaron con aquella que no vino al homenaje. Blondhaussen dijo: “lea a Bianciotti”. No lo leí inmediatamente pero fui a su encuentro. Después del homenaje, quedé con dos antojos: leer uno de sus libros y tomarme un café con Silvia Baron Supervielle. Sólo el primero ha sido posible. Llegué al punto final del texto, pero no llegué al final; algo que podría calificarse de síndrome de Aquiles y la tortuga. Borgiana en ciertos pasajes, esta novela muestra la vida y la música, la búsqueda como enfermedad tal vez, y ésta y la familia. La novela muestra esas pequeñas redes, propiciando que tanto el principio como el final se hagan esquivos, borrosos. Invocar a las musas y sentir que la habitación se llena de otro tipo de seres.
Felipe Calderón Valencia
Libélula Libros
No hay comentarios:
Publicar un comentario