“Me parece que hay formas extraordinarias que sólo las entrena la diferencia”.
Luis Chitarroni, editor de La bestia equilátera*.
Considerado uno de los mejores libros de cuentos de la literatura argentina, y escrito por una de las figuras literarias más relevantes y excéntricas de las vinculadas al grupo Sur (Borges, Casares, Ocampo), su obra ha sido admirada e influyente por igual para algunos de los escritores más destacados de su generación como Osvaldo Lamborghini, Roberto Bolaño, Copi o Pier Paolo Pasolini.
Estos provocadores relatos cargados de un elegante cinismo, profundas reflexiones filosóficas y una ironía y un humor singulares, nos sumergen en una lectura sin interrupciones que sólo da respiro ante el desconcertante desfile de situaciones crueles, absurdas y completamente desmesuradas (tal es el caso de “Los Donghi” o “La fiesta de los enanos”) donde el azar y la deriva desconocen cualquier límite.
Para cada texto, Wilcock monta un escenario diferente, de manera que el desorden de las tensiones resultantes entre barbarie y civilización se convierta en un sádico paisaje que refleje las pasiones humanas más miserables y desborde en imágenes que logren incomodar imperceptiblemente al lector en su condición individual o social (“Felicidad” o “El caos”).
(…) me vi obligado no diré a aceptar pero sí a examinar hasta qué
punto eran válidas ciertas teorías modernas, en el sentido de que la
investigación solitaria no puede revelarnos el enigma del universo, y que sólo
a través de la comunicación con nuestros semejantes nos será permitido entender
lo poco que nos es dado a entender del mundo que nos rodea.
Pero este desplazamiento permanente de los sentidos parece no ser suficiente para el autor de Hechos inquietantes. Y mientras la imaginación, la violencia y lo irracional parecen someter deliberadamente a la realidad, la destreza narrativa de este extraordinario escritor encausa con gracia, sutileza y estilo, las más delirantes experiencias, dejándonos maravillados ante cuentos de una inquietante transgresión.
Leer a Wilcock produce en cualquier clase de lector el efecto delicioso y deslumbrante que sólo logran el asombro y la admiración.
Esta renovada y tercera edición en castellano al cuidado de Ernesto Montequín, quien al final del texto aporta un valioso apéndice con notas, una cronología y reseñas sobre publicaciones anteriores, agrega cuatro cuentos inéditos y no incluidos en las ediciones de 1974 y 1999: el fragmento de novela Año nuevo y los cuentos “El examen”, “Recuerdos de juventud” y “La nube de Ross”.
Juan Rodolfo Wilcock (1919-1978) escritor, poeta y traductor, ha dado algunas de las mejores obras de la literatura universal como La sinagoga de los iconoclastas, Hechos inquietantes, El ingeniero, El templo etrusco, El libro de los monstruos y El estereoscopio de los solitarios (de próxima aparición por La bestia equilátera).
*Luis Chitarroni es director editorial del sello argentino La bestia equilátera –fundado en el 2006 por Natalia Meta (directora general del proyecto) y Diego D´Onofrio (editor y socio)– y responsable de un catálogo conformado por autores de culto como Roberto Bazlen, David Markson; rescates y hallazgos literarios como los de Alfred Hayes o Muriel Spark; novelas noir de los años 50 escritas por Elliott Chaze o Dan J. Marlowe y clásicos contemporáneos como Virginia Woolf y Kurt Vonnegut (y sus emblemáticas ediciones con las portadas de Liniers). Actualmente cuenta con unos 70 títulos y sus libros se consiguen en Libélula Libros.
Matías Zoja
Libélula Libros
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